Autor Mtro. Jesus Alberto Padron Zarate, Director General de Boga Shipping.
El primero de julio de 2020, entró en vigor el “Decreto Promulgatorio del Protocolo por el que se Sustituye el TLCAN por el Tratado entre los Estados Unidos Mexicanos, los Estados Unidos de América y Canadá (T-MEC); derivado de la promulgación, se pretende que con este Acuerdo Comercial las empresas mexicanas ingresen a una nueva era de oportunidades.
Con la puesta en marcha del T-MEC, se pretende impulsar la modernización del país, creando las oportunidades de crecimiento para las empresas mexicanas y que, a su vez, éstas generen el crecimiento y desarrollo económico, para que esto sea posible, se requiere fortalecer el estado de derecho, a efecto de que México continúe siendo atractivo para la inversión extranjera.
Una de las ventajas comparativas de México para obtener inversiones extranjeras, ha sido “la mano de obra más barata”, además de una laxa protección ambiental, por lo tanto, las disposiciones del T-MEC en materias laboral y de medioambiente, contribuirán a que México modernice tanto su economía como su fuerza de trabajo.
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¿Cuáles son las principales oportunidades para las empresas mexicanas?
La región de Norteamérica representa uno de los mercados más desarrollados y grandes del mundo, en el cual, las empresas mexicanas ya tienen una amplia experiencia y conocimiento, que sin duda sabrán saber aprovechar, a la luz de este nuevo tratado, por lo que, para posicionar los productos mexicanos, las empresas deben centrarse en la planeación de una cadena de valor, si bien en México ya existen procesos formales de planeación de ventas y operaciones, se requiere tener estrategias para la gestión de cada uno de estos procesos: compras-proveedores, producción-almacenes-inventarios, logística y distribución, etc., las cuales deberán ajustarse específicamente por tipo de empresa.
Como vimos cuando se implementaron las medidas para evitar la propagación del COVID-19, fue necesario diversificar los canales de venta, ya que empresas que no habían implementado la diversificación de sus canales de distribución, fueron forzadas a hacerlo, sin embargo, esta medida más que un problema debe ser visto como una gran oportunidad de crecimiento.
Un ejemplo de ello y tema también de negociación en el T-MEC, es el comercio electrónico; las compras que se realicen por este medio, estarán bajo el concepto de “Envíos de Entrega Rápida”, para estas operaciones se presentará la información que será procesada antes del arribo de los bienes para su despacho. Con esto se podrá agilizar el despacho de los envíos, y las entregas de dichos bienes se realizarán inmediatamente después de su arribo. Cabe señalar que los bienes que tengan que cumplir con regulaciones y restricciones no arancelarias, no podrán entrar bajo el supuesto de “Envíos de Entrega Rápida”.
Otra de las ventajas competitivas de México sobre otros países, que ya se había vislumbrado desde 1994 con el TLCAN, es la posición geográfica de nuestro país, misma que en algún momento fue el parteaguas para el desarrollo de las empresas de maquila ubicadas en la zona norte del país, no obstante, esta ventaja no se limita a las maquiladoras o manufactureras de esa zona, sino también a la oportunidad de proporcionar servicios de logística, muchas empresas en México cuentan con la infraestructura logística, la experiencia, o que actualmente ya se encuentran proporcionando diferentes servicios de distribución de productos de Estados Unidos y Canadá a México o viceversa.
Es momento para que las empresas mexicanas inviertan en infraestructura y se creen alianzas que permitan brindar un servicio logístico diversificado, automatizado, ágil, eficiente y que cumpla con los requerimientos actuales.
Por lo que se refiere a las pequeñas y medianas empresas (PyMEs), el Tratado contempla fomentar la colaboración entre los tres países, promoviendo la cooperación entre la infraestructura de apoyo a pequeños negocios (incubadoras, centros de asistencia a la exportación, etc.), intercambio de información, mejores prácticas, así como la participación en plataformas y, de esta manera se integren a cadenas de valor. En este punto cabe señalar que, es necesario que las pequeñas y medianas empresas inviertan en su infraestructura e innoven en relación al nuevo paradigma después del COVID 19, entre mayor adaptabilidad al cambio tenga la PyME, tendrá mayores posibilidades de éxito.
Por último, es importante mencionar que el T-MEC representa una oportunidad para consolidar el bloque comercial de Norteamérica como una región competitiva, mediante la cual se brinden oportunidades para las empresas exportadoras de cada una de las partes, buscando el fortalecimiento de las cadenas de suministros, la competitividad de la región, optimizando los medios de distribución, frente a los nuevos retos del comercio mundial.
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