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Autor Mtro. Fernando de Mateo, ex Presidente del Consejo General del Órgano de Solución de Diferencias de la Organización Mundial del Comercio.

Las estimaciones más recientes sobre el crecimiento de la economía mundial para 2020 se han reducido a una tasa por debajo del 3. La inversión extranjera directa se mantendrá a años de niveles más bajos desde 2008-2009.

El volumen del comercio mundial ha dejado de crecer y su elasticidad producto menor a 1 desde 2010, entre 1950 y 2010 el comercio creció a más del doble del producto mundial, siendo su principal locomotora. El proteccionismo ha ido en aumento. Sólo en 2019, 750 mil millones de dólares (mmd) de importaciones mundiales han sido afectadas por medidas restrictivas del comercio.

 

El conflicto económico entre Estados Unidos y China es comercial, pero sobre todo se trata del predominio tecnológico, científico y de la innovación. La Guerra Comercial entre estos dos países puede llegar a costar hasta 1 punto porcentual al Producto Interno Bruto (PIB) mundial.

Brexit también está teniendo un impacto en el crecimiento de la economía. El comercio global y diferentes países, incluyendo México, están introduciendo obstáculos al libre flujo de mercancías y servicios.

 

La mayor preocupación es que la Organización Mundial del Comercio (OMC), la entidad que fue creada para crear y aplicar las reglas necesarias para que el comercio apoyara el empleo y el crecimiento económico del mundo, se encuentra sitiado por las fuerzas nacionalistas. La administración de Trump ha impuesto aranceles violatorios de las reglas de la OMC al acero y al aluminio.

Los países afectados tomaron represalias también sin respetar sus obligaciones. Lo mismo se aplica a los miles de millones de dólares de importaciones sujetas  a arancel contra China y a las represalias chinas contra esas acciones de Estados Unidos. Este país también ha paralizado el Órgano de Apelación al vetar la reposición de sus jueces, por lo que las disputas comerciales han quedado en un vacío legal.

Más preocupante todavía es la visión de la administración Trump -y del Presidente- de que injustamente Estados Unidos enfrenta aranceles más elevados con los demás Miembros de la OMC que los que Estados Unidos aplica. Esto es cierto en algunos casos, pero no en otros. El arancel promedio de Estados Unidos es 3.4% y el de los Miembros en su conjunto apenas mayor al 5%.

Esto es el resultado de las rondas de negociación que se celebraron en la época del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT, por sus siglas en inglés) y de las que Estados Unidos se benefició enormemente.

Existe el grave peligro de que Estados Unidos unilateralmente aumente sus aranceles consolidados (los aranceles máximos que tiene la obligación de cumplir conforme a la OMC) a fin de igualarlos con los que enfrenta en el exterior.

El Presidente Trump posiblemente siente que los acuerdos que ha tenido con China, Japón y el Tratado entre México, Estados Unidos, y Canadá (T-MEC), podría replicarlos en Ginebra.

Esto sería una catástrofe para la economía mundial: volver a los años 30 del siglo pasado, con zonas económicas compitiendo entre sí y donde todo es válido, desde aumentar aranceles, hasta utilizar devaluaciones y políticas monetarias competitivas.

Y el contar con acuerdos regionales no es garantía de que se van a respetar. Lo grave en el caso de México es que el Presidente Trump ya utilizó las amenazas comerciales para propósitos migratorios. ¿Quién le impedirá hacerlo para lograr otros objetivos?

 

Reino Aduanero

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