Autora Yamel Cado, Socia Líder de Comercio Exterior en PwC.
Las nuevas disposiciones contenidas en el T-MEC representan diferentes retos e impactos dentro de las industrias, situación que amerita un análisis detallado y determinación de un plan de acción a seguir.
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Además, el T-MEC contempla aspectos relevantes en materia de “Procedimientos de origen” tales como:
- Los importadores tendrán la opción de autocertificar el origen de las mercancías para lo que requerirán obtener del productor suficiente información para respaldar el origen de los bienes.
- El formulario actual de certificado de origen del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ya no será aplicable, las nuevas disposiciones permitirán a los certificadores seguir los requisitos mínimos de datos para certificar el origen de los productos y aplicar la preferencia arancelaria correspondiente. Dicha certificación podría estar contenida en una factura comercial o en cualquier otro documento.
- El certificado para respaldar el origen de los productos ya no podrá emitirse con base al “conocimiento” de que los productos son originarios. La nueva disposición especifica que cualquier certificación debe hacerse con base en información y documentación de respaldo solamente.
- La obligación de un productor de tener información sobre el proceso de producción de un material utilizado en un bien, por lo que los proveedores deberán proporcionar información detallada.
- Un proceso de verificación de origen más fuerte por parte de las Autoridades, por lo anterior, todas estas disposiciones con respecto a los procedimientos y verificaciones de origen de las autoridades son críticas para la operación bajo el nuevo Tratado y especialmente para los usuarios. Estas modificaciones pueden implicar trabajo administrativo y una operación compleja, para una empresa para poder solicitar y soportar preferencias arancelarias.
Retos de la implementación del T MEC
Tras un largo proceso de negociaciones, se espera que el nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), entre en vigor en el segundo semestre de 2020.
Desde la visión de México, para estar preparados, es necesario realizar un análisis global e integral del Tratado desde diferentes perspectivas y de acuerdo con las áreas de negocio aplicables a cada empresa, tales como:
- Evaluar el modelo de negocio actual en relación con las disposiciones del Acuerdo que aseguran el nivel de competitividad dentro de un sector específico.
- Identificar las regulaciones aduaneras aplicables a la industria en específico y determinar su nivel de cumplimiento.
- Determinar las estrategias que permiten aplicar las preferencias arancelarias en virtud del Tratado.
- Desarrollar un plan para identificar los procesos de control a implementar, y las posibles estrategias para garantizar el nivel de cumplimiento de acuerdo con las regulaciones aplicables.
- Identificar riesgos y oportunidades, de acuerdo con las modificaciones de las regulaciones aplicables a una industria específica.
- Determinar dentro de los procesos de producción y las cadenas de suministro las nuevas condiciones para aplicar las preferencias arancelarias de acuerdo con las nuevas regulaciones del Tratado.
- Evaluar a los proveedores actuales en todos los niveles de la cadena de suministro para confirmar su viabilidad de cumplimiento dentro del modelo de negocio.
- Diseñar procedimientos de revisión para evaluar y respaldar el nivel de cumplimiento de la empresa, en relación con las formalidades contenidas en el Tratado.
Fuente
Revista Reino Aduanero. Edición 1. Año 1. 2020. 50 Líderes Aduaneros.
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